jueves, 24 de mayo de 2012

Golf R, un mito que sigue creciendo Desde que apareció en 1992 la variante VR6, la gama Golf siempre ha dispuesto de una versión con motor V6 caracterizada por tener el sonido de motor más bonito de la historia de Volkswagen. En la tercera generación, se trataba de un motor 2800 de cilindrada, mientras que en la 4a y 5a generación fue un 3200: Mucha cilindrada y mucha potencia. Es por eso que cuando salió al mercado el Golf MK-VI, todo el mundo esperaba con ansias la variante R a la vez que se rumoreaba sobre un posible incremento de cilindrada. ¿Equiparía el nuevo Golf R el motor del Passat R36? Nada más lejos de la realidad: el motor elegido fue el 2.0T montado anteriormente en el Audi S3 y que tan buen resultado está dando. Sí, con la implantación de este motor a la serie R se decía adiós a un sonido característico que pasará a la historia por ser encandilador, casi orgásmico, pero también se decía hola a unas prestaciones de infarto combinadas con un consumo más que discreto. Y es que el nuevo R consume un 20% menos que el R32 anterior disponiendo de 20cv más, tal como se está poniendo la gasolina y la preocupación por el medio ambiente y la polución, esto es un dato a tener muy en cuenta. Aunque no nos desviemos del tema porque, como es obvio, lo que prima en la preparación de Sport-Wheels que nos ocupa no es precisamente el consumo, sino más bien las prestaciones. En este caso los más que generosos 270cv del modelo de serie se convierten en la brutal cifra de 330cv. Estos caballos extra se consiguen de forma más sencilla de la que podríamos pensar. Una simple reprogramación de la centralita, unida a una nueva línea de escape hecha a mano que incluye catalizadores de alto flujo y finales recubiertos en carbono, son los responsables de los 60cv de ganancia. No está nada mal, se nota que es un motor turbo.
Pisando fuerte En cuanto al chasis, las suspensiones de serie han dejado paso a otras ajustables en altura, dureza, rebote, etc. Por su lado, las grandes llantas de serie de 19', dejan paso a unas Oz Ultraligera aun mayores de 20'x8,5', con neumáticos 235/30 20 que encima se han personalizado. Esto sí que es ir bien calzado!!! Estética 100% Porsche Como era de esperar, la apariencia de esta bestia está a la altura del resto del coche. En esta ocasión se ha optado por mantener todos los elementos de serie, tanto en el exterior como en el interior por ser ya de por sí muy radicales en el Golf R. Tan sólo se ha apostado por reproducir sobre la carrocería el estilo de una de las combinaciones del actual Porsche Gt3 Rs: color gris, con detalles de color rojo y las llantas pintadas del mismo color. El resultado: una máquina brutal por los 4 costados y de apariencia temible: simplemente The Bull.

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